lunes, 1 de marzo de 2010

GALEANO EN MI MANDALA...

Seis autos todos ellos blancos, llegaron precedidos de dos motos policiales con las sirenas prendidas y escoltados por un reluciente auto de policía.
Estacionaron en fila india contra el cordón del frente, las motos cortaron la calle a mitad de cuadra a la izquierda y el auto policial por su parte, lo hizo en la esquina de Pérez Gomar.

Muchos hombres de estricto traje gris, lentes negros y debidamente identificados, fueron bajando alertas, mirando para un lado y para otro, incluso hacia arriba. Noté que prestaban especial atención a la azotea del edificio que existe casa por medio de la mía.

El vecindario, casi en su totalidad, ya estaba afuera de sus casas, los balcones del edificio todos colmados por sus respectivos dueños… embanderados de rojo, azul y blanco, el termo y el mate.

Imaginé que algún tímido, probablemente simpatizante del partido blanco o del colorado, espiaría desde su ventana sin mostrarse, aunque seguramente también mateando.

Algunos autos intentaban transitar por Dalmiro Costa, pero los custodias no lo permitían y entonces volvían por donde venían.

Mi vecina, que hace varios años que vive acá, asegura que esta movida, se da, una vez cada tanto. Por mi parte, con apenas tres años en el barrio, nunca la había vivido… de modo que la saboreé y hasta saqué algunas fotos.

La red vecinal, confirmó al poco rato que la visita que ameritaba tanto despliegue era Evo Morales, que se hizo un tiempo para ver a su amigo, en medio de la asunción de Mujica.

Como información adicional, me comentaron también, al pasar, sobre la desaparición física de “Morgan” y me expliqué porque hacía un tiempo, no veía en las mañanas, al hombre de bata azul, paseando a su perro.

Mi primer contacto con Eduardo Galeano fue tan superficial como efímero … a los veinte y pico, compré “Las Venas Abiertas de América Latina”, para regalárselo a mi novio de entonces…cuyas ideas, se alineaban con las de él pero no con las mías, de modo que lo tuve en mis manos el tiempo exacto que tardé desde la librería a su casa donde lo entregué y nunca lo leí…

Siendo esa una punta del MANDALA de mi vida, ésta, en la que estoy hoy, me encuentra viviendo justamente frente a la casa del famoso, algo mas cerca de sus ideas y a mi ex, militando por el partido colorado.

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