sábado, 17 de abril de 2010

OTRA ESPECIE EN EXTINCIÓN...


El amor, que temita para un sábado a las 8 AM…

Hoy, no sé porque me desperté pensando en “Romeo y Julieta” de William Shakespeare y en ese amor, que de tan imposible terminó por provocarles la muerte.

Claro que en tiempos de Shakespeare los amores prohibidos eran realmente prohibidos, no existía posibilidad alguna de que ese amor pudiese vencer los obstáculos.

Más adelante, la paciencia fue la mejor aliada, algún día les contaré la historia de mis abuelos, que supieron esperar años (muchos) para que se levantara (o levantarse) la prohibición de estar juntos … el que espera desespera, dicen, pero no fue su caso… y finalmente lo consiguieron, vencieron, pudieron.

Pero hoy, creo yo, el amor prohibido es una especie en extinción… pues no existen ya prohibiciones ni obstáculos tan fuertes que impidan a dos personas estar juntas si así lo quieren… (hablo del amor prohibido no del amor imposible, que es harina de otro costal).

Habrá si, padres que no estén de acuerdo con relaciones de sus hijos cuando estos son muy chicos, pero más que a una prohibición pre-establecida, se debe a un afán de protección, al temor de que sean lastimados… y aún cuando lo intenten, prohibir el desarrollo natural de esa relación, les es prácticamente imposible, … por lo cual, siguiendo el consejo del viejo dicho, como no pueden contra el enemigo, se unen a él, cosa que nunca hubiesen hecho los padres de Romeo y Julieta.

Además, estos niños, pre-adolescentes (como está de moda decir) tienen un millón de recursos tecnológicos, gracias a los cuales, pueden estar en contacto con “el amor de su vida” las 24 horas del día… y ya no importa si uno se cambia de colegio, si se muda a otra ciudad o incluso de país… porque adherido, cual brazos y piernas al cuerpo, como tienen el celular, los sms, el facebook, el msn y otros (que yo desconozco), no hay un solo minuto inmune a tales recursos y lejos muy lejos quedó el tiempo de las cartas manuscritas y las semanas que tardaba el correo en llevarlas de puerta a puerta.

Por lo tanto, las prohibiciones van cayendo una a una, porque las sociedades cambian, las cabezas de los adultos a cargo de los niños y las de los más adultos a cargo de los adultos, cambian y los medios facilitan las cosas… y el amor prohibido entonces, deja de existir como tal y como toda especie que se extingue deja ese sabor a nostalgia… ya me veo algún día contándole a mis nietos historias de amores prohibidos, tal y como les cuento hoy a mis hijos, que de chica llenaba frascos enteros con bichitos de luz y baldes con sapitos de Darwin… o que jugábamos con pomos de agua en carnaval, mientras me miran azorados…

Algún bichito de luz, han logrado ver en vivo y en directo, mientras que sapitos de Darwin, solo por fotos… (pomos, nunca más), pero del amor prohibido no van quedar pruebas documentales, y así como se perdieron el encanto de esos animalitos, en medio del océano electrónico en el que viven (si fuera un pomo, sería otra cosa), se perderán el encanto del amor prohibido, porque nobleza obliga, pocas cosas deben ser tan encantadoras como lo que se considera prohibido…

En definitiva, a lo que iba (y me distraje un poco, asique ahora resumo) es a que no vamos a encontrar Romeos y Julietas en el siglo XXI, amantes imposibilitados de vivir su amor a la luz de día, obligados a ocultar el mas puro de los sentimientos, a causa de las opiniones de los terceros y afines, no en este mundo en el que las separaciones, los divorcios y “los tuyos, los míos y los nuestros”, son moneda corriente. Si las excusas no logran caer… entonces ni es prohibido, ni es amor.

2 comentarios:

  1. Aaaaah, el amor! Qué tema! Yo creo que sí existen amores prohibidos además de los imposibles. Aunque sí, puede ser que sea un tema gerenacional y que sea yo la que crea (al igual que vos) en el amor prohibido, en los pomos, matracas, bichitos de luz, guitarreros y otros menesteres.
    Igual, si eso hace que las próximas generaciones sufran menos por amor, bienvenido sea.
    Besos

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