Mis soles, mis brisas, mis lágrimas y mis risas.
Mis miedos, mis éxitos, mis logros y mis méritos.
Mis realidades mis locuras, mis sueños y mis corduras.
Mis sentimientos, mis pensamientos...
Mis idas y mis venidas.
Mis maldiciones, mis condiciones...
Mis días, mis noches, mis gracias y mis reproches.
Mis compañeros, mis testigos, mis colegas y mis amigos.
Mis lunas, mis desvelos, mis soledades, mis desconsuelos.
Mis alegrías, mis brujerías...
Mis súplicas y mis dúplicas.
Mis bendiciones, mis conclusiones...
Mis pequeños bellos, mis "todo" y de mi nada sin ellos.
Me emocionaste Ana. La maternidad es un estado interno. No siempre es facil, a veces duele, a veces pesa, a veces cuesta. Pero siempre es un milagro. Comparto todas y cada una de tus palabras. Un beso.
ResponderEliminarY si, así son. Tus hijos son hermosos además.
ResponderEliminarA mi también me emocionaste.
Te quiero.