Querer sin trabas es no medir, es ser, es fluir.
Es el te quiero dicho desde el alma infantil, es el abrazo imprevisto y la mirada sincera.
Querer sin trabas es no fingir, es no pensar, es no mentir.
Es despojarse de lo mundano, es purificarse con cada encuentro y es la comodidad plena.
Querer sin trabas es permitir, es emoción, es vivir.
Es el sentir con intensidad, es estar siempre disponible y es ser fiel al interior.
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Querer sin trabas tal vez, sea cosa de segundos, de minutos, de pocos días… es tan sensible, tan vulnerable que fácilmente se contamina, pierde terreno, se confunde y entonces se esfuma, posiblemente para siempre.
Querer sin trabas es querer desde la inocencia, desde la ignorancia al mundo reglado, desde la credibilidad más profunda.
Querer sin trabas es tan sublime, tan exótico, tan exclusivo…. como la vida de una mariposa…
Mientras pude, así te quise.
Que lindo Ana, debió ser lindo querer tan puro. Te felicito.
ResponderEliminarBeso
Gaby
Precioso, realmente transmites lo que es querer así. Aunque uno no lo sienta más, es una bendición haberlo hecho.
ResponderEliminarUn beso grande :)