viernes, 7 de octubre de 2011

me levanto, me baño, me visto, trabajo.... RUTINA


Estaba desvelada, con un toque de inquietud y otro de nerviosismo.
Hice varios intentos de distracción, trate de ver una peli en cuevana que no puede seguir, leí casi una página de “El camino a la libertad” y lo tuve que dejar… bajé,  calenté una taza de leche en el micro, prendí un cigarro y lo fume mirando la lluvia caer… volví a la cama, apagué las luces y me deje llevar… deseosa de ver cuál era la perturbación que no me dejaba dormir… y encontré el vacio y gran motivo LA RUTINA.
Decidí empezar por conocer la definición y vuelta a la compu, empecé a buscar. Wikipwdia se limita a definirlo como un “acto repetitivo”, punto. Nada novedoso… aspiraba a algo más completo. El RAE la define como “una costumbre arraigada o un hábito adquirido por mera práctica que permite hacer las cosas sin razonarlas. Significa que una rutina es un automatismo que podemos hacer mientras estamos pensando en otra cosa.”…  bueno… ahora sí, algo más completo… seguí buscando, no encontré mucho mas y pronto me aburrí de buscar, claro esto de googlear todo… también se ha convertido en rutina para mí.
Cerré google y practiqué una definición propia, sin dudas, cada uno debe tener una definición propia de rutina, porque definitivamente es algo muy personal, lo que es rutinario para mí, puede no serlo para ti.
Pensé en los pro y los contra, porque a ver… tan mala es la rutina? Yo me quejo (como la gran mayoría) de la rutina y busco evitarla, porque me provoca una desagradable sensación de estar muriendo en vida, sin embargo entiendo que a veces es necesaria para no volverme loca…porque eso pasaría si algunas cosas no estuvieran ya arraigadas a mi día sin tener siquiera que pensar en ellas… eso, me quitaría tiempo para crear. También mi cuerpo necesita de una rutina para funcionar bien (desayunar, almorzar, merendar, cenar… y dormir) y los psicólogos dicen que los niños necesitan de una rutina y que sufren cuando no se respetan sus horarios y cuando no están en su propia casa o con extraños.
En definitiva, reflexionado he concluido que no es  necesario pretender desterrarla totalmente de mi vida, sino que simplemente, debo ser algo más selectiva, ordenada y estar más atenta, para no estar siempre con el piloto automático.
Necesito tanto de la rutina como ella de mi, así las dos aseguraremos nuestra permanencia… por eso debemos pactar.
Te cedo parte de mi vida a cambio de que me cedas parte de la tuya.

3 comentarios:

  1. Algo de rutina, nos hace falta, aunque a veces, llegue a hartarnos. Un abrazo.

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  2. con la rutina pasa como con todo, la queremos si no la tenemos y cuando la tenemos ya no la queremos...
    Muy buen analisis.
    Saludos.

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  3. El tema de la rutina es que, si bien es necesaria, a veces se puede hacer opresiva. Supongo que lo ideal será balancearla, ¿no?

    Muy buena la entrada, un saludo grande :)

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